Salvemos el violinista
El violinista de Pablo Gargallo estaba enfermo. La aceleración de su corrosión interna, causada por la incompatibilidad entre los materiales con que está hecho (es la única vez que Gargallo trabajó con plomo y madera juntos), hizo saltar todas las alarmas en 2010 cuando se tuvo que retirar de las salas del Museu Nacional al hacerse evidente su grave deterioro. Su restauración era urgente y compleja, y en ciertas fases requería la utilización imprescindible de tecnologías industriales.
En abril de 2016, los Amics del Museu pusimos en marcha la campaña de micromecenazgo “Salvemos el violinista” —la tercera de nuestra historia— para conseguir recaudar los 46.000 € necesarios para restaurar la emblemática escultura El violinista de Pablo Gargallo.
La campaña duró tres meses y tuvo una respuesta excepcional: un total de 255 mecenas individuales hicieron aportaciones que iban desde los 10 € hasta los 7.000 €. Cabe destacar que más del 80 % de los mecenas ya eran miembros de la Fundación Amics del Museu Nacional. Además, habría que añadir un número indeterminado de mecenas que realizaron sus aportaciones de forma anónima a través de la urna instalada en el vestíbulo del museo.
La campaña también contó con la colaboración especial de la ESMUC (Escuela Superior de Música de Cataluña), que ofreció unos conciertos de violín en la Sala de la Cúpula del museo, cuyos beneficios se destinaron íntegramente a la campaña.
Una vez finalizada la restauración, dirigida desde el Departamento de Conservación Preventiva y Restauración del Museu Nacional, esta obra excepcional volverá a lucir en las salas del Museu Nacional d’Art de Catalunya.