Del museo me emociona la Virgen de los Ángeles de Pere Serra, una tabla que originalmente formaba parte de un retablo. Me gusta porque es una pieza dulce y refinada de la pintura gótica catalana de estilo italianizante del siglo xiv, con un rico cromatismo con el dorado característico de la época en el marco y en los nimbos de las figuras celestiales y el azul intenso de ultramar reservado para el manto de la Virgen. Esta obra me evoca armonía y serenidad con unos ángeles músicos fascinantes que parece que estén tocando música de verdad, y me crean la mágica ilusión de que puedo llegar a escuchar su melodía...
Y vosotros, ¿podéis oír su música?